FICHA TÉCNICA
Recorrido de la ruta: Béjar - Llano Alto - Embalse de Navamuño - Dehesa Candelario - Candelario - Montemario - Béjar.
Distancia: 28,8 km.
Tiempo estimado: 2,5 - 3 horas.
Cota máxima: 1.731 m.
Cota mínima: 930 m.
Ciclabilidad: 100 %.
Desnivel acumulado: 1.033 m.
Dificultad física: Media.
Dificultad técnica: Baja.
Puntos de interés: Béjar – El Castañar - Candelario – Río Cuerpo de Hombre - Espacio Natural de Candelario.
Mapas: Hojas Nº 553-III (Béjar) y 567-I (Tornavacas) del Instituto Geográfico Nacional. E 1:25.000.
MAPA
PERFIL
DESCRIPCIÓN
Tomando como origen La Corredera, partimos por la carretera del Castañar. Dejamos la últimas casas al llegar al Regajo de los Moros, con sus fuentes y merenderos es un lugar muy fresco para el verano, posteriormente pasamos junto al monumento al Sagrado Corazón; sin abandonar en ningún momento esta carretera llegamos a la zona de El Castañar. En la parte alta se sitúa el santuario de la patrona de Béjar. Bordeamos la plaza de toros, por cierto la más antigua de España, pasamos por unos merenderos de madera y alcanzamos un cruce en el que la señalización nos indica que la carretera va a Llano Alto. Seguimos en esa dirección aun por carretera asfaltada. En apenas 1 km, nos situamos en la planicie de Llano Alto. El edificio grande es el albergue de la Junta de Castilla y León. Desde Llano Alto salen caminos que nos llevan a recorrer la ladera a diferentes niveles y algunos descienden hasta el río Cuerpo de Hombre, que corre en el fondo del valle. Al final de la planicie un camino horizontal va hacia el embalse de Navamuño. Ahora circulamos por una pista ancha que va a recorrer un monte dominado por robles y castaños. No tomaremos ningún desvío, cruzaremos dos porteras metálicas en las inmediaciones del arroyo de La Palomas para afrontar posteriormente una dura subida, parte ella encementada, hasta coronar en la parte alta del muro de la presa del Embalse de Navamuño.
Rodamos sobre el muro de escollera del embalse para salir a la carretera de Candelario a La Garganta junto al canal que trae el agua del río Cuerpo de Hombre hasta el embalse. Giramos a la izquierda para bajar por una carretera muy sinuosa hasta el puente de los Avellanares sobre el río Cuerpo de Hombre, y una vez que lo pasemos giramos a la derecha para adentrarnos en la Dehesa de Candelario. Toda la subida se hará por una pista ancha con algunos tramos un poco escarbados. Tras pasar la puerta de acceso y cruzar el puentecillo sobre el arroyo del Manzanal, el camino se divide y vemos una verja metálica normalmente cerrada por causa del ganado. El ramal de la izquierda, que es el que no cogeremos, conduce a un albergue de la Junta de Castilla y León. El ramal de la derecha, el que tiene la puerta metálica, es por él que debemos continuar, pocos metros más al frente pasaremos junto a unos establos. El ascenso se desarrolla a través de un bosque de robles, aclarado por la acción humana formando praderas en las que durante todo el año pasta el ganado vacuno. Antaño toda la sierra era lugar de estancia veraniega para el ganado vacuno trashumante que procedente de Extremadura se distribuía desde la sierra de Béjar hasta la del Tremedal, viniendo por un cordel que desde la Cañada Real de la Plata ascendía por La Garganta. Pasaremos junto a diversos arroyos que desde la sierra conducen sus aguas al río Cuerpo de Hombre. Cuando hayamos recorrido 10 km. llegamos a otra bifurcación en una curva de casi 180º, ahora elegimos la pista de la derecha. En la siguiente curva cerrada, esta vez a izquierdas, una pista se incorpora por la derecha. No lo vamos a utilizar en la subida aunque bajaremos por ahí. Sin apenas descanso hemos de proseguir la dura ascensión, en algún tramo salimos del bosque de pinos aunque coronaremos la subida inmersos en el bosque. Comenzamos la bajada cruzando inicialmente por el cauce de cemento de un arroyo. Tiene una pendiente más acusada que la subida que hemos hecho y con tan solo un corto tramo llano saldremos a la pista por la que subimos. Proseguimos la bajada por la pista hasta la siguiente curva, nos desviamos a la derecha. Salimos de los robles y tendremos una buena vista del embalse, sobre él Peñanegra, más a la derecha Béjar enmarcada por los picos de Valdesangil, al fondo la Sierra de Francia y la sierra de Gata.
Bordeamos un bosque de pinos y acabamos la ascensión, ahora podremos disfrutar de un tramo, dentro del pinar, en descenso con curvas cerradas y no muy buen firme. Casi de sopetón nos topamos con una cancela metálica, la abrimos y cerramos tras nuestro paso y seguimos bajando hasta vadear el arroyo de La Jarilla, no sin antes franquear una última portera. Retomamos el ascenso hasta que llegamos a una amplia bifurcación, seguimos de frente adentrándonos de nuevo en el pinar, cruzamos un cortafuego y sin desviarnos salimos a la carretera de subida al Travieso. Prosigamos hacia la izquierda, pasamos junto a una gran fábrica de jamones e iniciamos una bajada con fuerte pendiente al final de la cual, antes de una curva a la izquierda sale un camino por la derecha, que hemos de tomar. Traza una curva muy cerrada y baja directamente a Candelario y entramos por la parte alta de este bonito pueblo, declarado Conjunto Histórico Artístico. Por la calle principal bajamos hacia la ermita del Humilladero y giramos hacia le derecha, hacia el parque pasando junto al polideportivo municipal.
La calle junto al campo de fútbol se hará un camino apto para vehículos aunque luego se complica y habrá que tener habilidad para pasar todas sus dificultades. Pasamos consecutivamente por dos puentes uno sobre el río de Candelario y el segundo sobre el río Barquillo. A partir de aquí es donde se complica especialmente el recorrido coincidiendo además con un tramo en subida. Cuando alcancemos una pared con una verja metálica parecería que se acaba el camino pero hemos de proseguir por la izquierda. Ahora no hay más que un estrecho sendero paralelo a la pared que delimita la finca de La Canaleja. Este camino se acaba al salir a la pista que da acceso a la finca que tiene un albergue propiedad de Caja Duero. Siguiendo la pista llegamos junto a un gran depósito de abastecimiento de agua a Béjar. Si giramos a la izquierda bajamos directamente hacia Béjar, aunque también tenemos la opción de deambular por el pinar y descubrir los variados senderos que siempre que sean en descenso acabarán en Béjar.
Autor: Manuel Pedraz.